
Barrera cutánea: qué es y por qué debemos protegerla
Mar 31
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La piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como una barrera protectora frente a agresiones externas. Dentro de sus múltiples funciones, la barrera cutánea es una de las más importantes, ya que mantiene la hidratación y protege contra microorganismos y contaminantes. La capa más externa de la piel, el estrato córneo, también conocida como barrera cutánea, se asemeja a una pared de ladrillos, que en este caso serían los corneocitos (células cutáneas maduras) y los lípidos (grasas) rellenando los espacios como cemento. Estos lípidos, en su mayoría, triglicéridos, ceramidas y colesterol, son necesarios para mantener la función de la barrera cutánea.
Cuando está intacta, la piel luce saludable, elástica y protegida. Sin embargo, cuando se altera, puede dar lugar a problemas como sequedad, irritación y sensibilidad.
Su función principal es:
Proteger: Funciona como una barrera frente a bacterias, virus, contaminantes y alérgenos.
Retener la humedad: Preserva la hidratación, previniendo la pérdida de agua y contribuyendo a que la piel permanezca suave y flexible.
Regular: Colabora en el equilibrio de la temperatura y el pH de la piel, fomentando un entorno saludable.
Signos y síntomas de una barrera cutánea dañada:
Una barrera cutánea comprometida a menudo se manifiesta de varias maneras:
Sequedad y descamación
Mayor sensibilidad e irritación
Prurito
Sensación de ardor o escozor
Textura áspera
Brotes de acné
Empeoramiento de las afecciones cutáneas existentes
Factores que dañan la barrera cutánea:
Diversos factores pueden debilitar la barrera cutánea, entre ellos:
Uso excesivo de limpiadores agresivos: eliminan los lípidos naturales de la piel.
Cambios climáticos extremos: el frío, el calor excesivo y la contaminación ambiental afectan su equilibrio.
Uso de productos inadecuados: ingredientes irritantes o exfoliaciones excesivas pueden comprometer su función.
Estrés y falta de sueño: afectan la regeneración celular y la producción de lípidos esenciales.
Dieta pobre en ácidos grasos esenciales: la nutrición juega un papel fundamental en la salud de la piel.
Cómo fortalecer la barrera cutánea:
Para mantener la barrera cutánea saludable, es importante seguir una rutina adecuada:
Usar limpiadores suaves y evitar productos con sulfatos agresivos.
Hidratar con ingredientes reparadores como ceramidas, ácido hialurónico y pantenol.
Protegerse del sol con un protector solar de amplio espectro.
Evitar exfoliaciones excesivas y optar por exfoliantes suaves según el tipo de piel.
Incluir una alimentación balanceada, rica en antioxidantes y grasas saludables.
Buscar productos que contengan ceramidas, ácidos grasos, urea, clorofila, centella asiática, extractos botánicos y antioxidantes, que ayudan a reparar y nutrir la piel.
¿Cuánto tarda la piel en recuperar su función barrera?
La barrera cutánea tiene una notable capacidad de autorreparación. En casos leves, se puede observar una mejora en pocas semanas, incluso hasta días, con una rutina constante de cuidado facial que se ajuste a tu piel con ingredientes como pantenol, ceramidas, entre otros. Daños más significativos pueden tardar varias semanas o incluso meses en recuperarse por completo. Sigue una rutina básica de limpieza delicada, sérum hidratante, crema hidratante/protector solar calmante y evita sobrecargar tu piel con productos innecesarios. Hoy día, en redes hay un sinfín de rutinas complejas para el hogar con un sinfín de pasos y productos que aseguran son necesarios para tu piel; sin embargo, con una barrera cutánea comprometida, menos es más. Ella se repara sola, al final solo necesita un empujón para hacerlo en óptimas condiciones. En estos casos, la paciencia es clave, pues todos tenemos una piel distinta que reacciona y se restaura a su paso.





